8 jul 2020

El amor de mi vida

Qué bonito es que existas en un mundo que está tan de cabeza. Qué increíble que el destino te haya puesto frente a mí, qué suerte la de respirar el mismo aire, que bendición la de hallarnos y ser juntos. 

La luz que irradias, amor, es tan brillante e intensa que toca corazones. Y es así como llegaste al mío, entraste y decidiste quedarte allí, tu nuevo lugar favorito. Para cambiarme la vida entera y hacerme feliz, tan feliz que llega a ser tan increíble; para estrujar mi corazón y sacar los restos de melancolía y nostalgia que había dentro y llenarlo de amor, amor puro, verdadero, real, sincero, honesto y leal. 

Quién diría que aprendería a tu lado lo que es querer y amar de verdad, y qué diferente la sensación de sentirse amada por primera vez en mi vida. 

En un universo en el cuál en el peor de los momentos, todos sacaron la peor parte de sí mismos, donde la malicia es algo tan normal, en el que está mal ser virtuoso o compasivo, y es normal ser malo y vil; es tan agradable el saber que existen personas como tú en él, con tu corazón tan grande y unos hermosos ojos brillantes, con una manera tan diferente de ver la vida y una sonrisa que puede cambiarlo todo. Con tu madurez y tus chistes a veces sin sentido. Con tu honestidad, humildad y buen humor.

Con tu manera de afrentar las situaciones difíciles y los grandes obstáculos con gran madurez y con valor, sin dejar de ser tierno y dulce. Y cómo el tener no te hace sentirte más, sino que la humildad es tu principio número uno. Tanto respeto y amor por la vida misma, y siempre agradecido por lo que tienes. Tanta valentía, tan íntegro, realista e inteligente; con tantos sueños y una imaginación tan grande. Pero también errores, temores, desaciertos y miedos, que solo te hacen un ser humano más real. 

Eres mi trébol de cuatro hojas, ese que pocos logran encontrar, y tenerte en mi vida es la suerte que pensé que no tenía. 

Estar contigo es la felicidad más grande que nunca pensé alcanzar; y saber que soy para ti, lo que tú eres para mí, solo me llena el corazón, corazón. 

Y hoy somos tú y yo, sin necesitar nada más para ser felices. Pasando las tardes de invierno en el sofá rojo de tu casa, contándonos las historias más locas de nuestras vidas, anécdotas, sueños, imaginando que esto es un cuento, rodeándome en tus brazos y probando tus besos. Tocando el cielo, sintiendo que puedo volar.

Porque si algo hemos aprendido en este corto tiempo, es que el tenernos el uno al otro es suficiente. Porque si sostienes mi mano y yo sostengo la tuya, lo tenemos absolutamente todo. Porque qué hermoso el sentimiento de que existimos juntos en este mundo. Porque este amor es lo único que nos sostiene y nos mantiene. Y tú, amor, hueles a mi perfume favorito, hueles al amor de mi vida.

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